El espejo
Un reflejo al que mirar, sin nada que encontrar.
Quizás quería descubrirme detrás de los rizos que un día fueron míos.
Pero el espejo nunca respondía mis plegarias.
Un día, el atisbo de lo que fui, asomaba al otro lado.
Y desde allí, rompía con todo para llegar a mi.
En estampida.
Otra vez yo, de nuevo.
Renacer. Morir para volver a la vida.
Y hoy, casi me encuentro en esos ojos castaños.
Pienso como ha cambiado todo. Como he cambiado yo. ¿Cómo encontrarme en alguien que nunca fui?
O quizás sí. Quizás sólo estaba demasiado escondida.
Cómo ha cambiado mi cuerpo, que un día creó vida.
Como han cambiado mis curvas.
Convirtiéndose en senderos, a veces, hacia lo desconocido.
A veces me eché de menos. Otras me echo de más.
La mente, presa de nosotros, a veces me pide libertad.
Pero perdí la llave.
Y ahora es tarde.
No la quiero encontrar.
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